Alcoholismo - En Profundidad - Beneficios del vino para la salud

Una copa de vino tinto en las comidas contribuye a evitar la obstrucción de las arterias
Combate los radicales libres y por tanto el envejecimiento
Pero el vino también aumenta el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer
Puede provocar enfermedades gastrointestinales, metabólicas, endocrinas, cardiovasculares o neuropsiquiátricas
El alcohol puede trastornar el sistema inmunitario y el esquelético
Aumenta el riesgo de tener problemas sociales

La constatación de que en países como España, en los que se sigue una dieta mediterránea, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es menor, llevó a profundizar en el estudio de la relación entre alimentación y enfermedad cardiovascular.

Fue así como se constató que en Francia, pese a que la población presentaba unos niveles elevados de colesterol debido al consumo de grasas (mantequillas, natas, quesos), la mortalidad por problemas cardiovasculares era inferior a la de otros países cuya dieta era a primera vista más saludable. A este hecho se le llamó "la paradoja francesa". Pero luego se pudo apreciar que los franceses tomaban en las comidas una copa de vino tinto. Se pensó que esto pudiera tener algo que ver en el fenómeno y se comenzó a investigar sobre el vino.

El poder antioxidante del vino tinto

A partir de ahí se descubrió que el pellejo de las uvas negras contiene diferentes compuestos fenólicos, concretamente ácidos fenólicos, flavonoides y resveratrol que tienen una gran capacidad para evitar la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), el colesterol malo, que una vez oxidado se acumularía en las arterias causando la arterioesclerosis. La "paradoja francesa" tenía su explicación: una copa de vino tinto en las comidas contribuye a evitar que las plaquetas sanguíneas se acumulen en las arterias y las obstruyan.

Los radicales libres y el envejecimiento

Hoy se sabe que tanto el proceso de envejecimientocomo la aparición de ciertas enfermedades se debe al efecto de los "radicales libres", que son partículas que oxidan las células y que también son responsables del endurecimiento de la arterias. Pues bien, aparte de con la vitamina C y la vitamina E, los betacarotenos, y una dieta con abundancia de verduras, fruta fresca y aceite de oliva, se pueden combatir los radicales libres consumiendo vino tinto con moderación.

El resveratrol y las sirtuinas

Otra sustancia beneficiosa es el resveratrol, que forma parte de los pigmentos. Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha demostrado que el resveratrol, muy presente en la piel de la uva negra, es capaz de estimular las sirtuinas, unas enzimas celulares que regulan el envejecimiento de todos los organismos vivos. Aunque no está confirmado, el consumo moderado de vino tinto podría ayudar a retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades como el Alzheimer.

Los beneficios del vino

A los beneficios del vino sobre la salud cabría añadir otra serie de propiedades que podrían tener igualmente efectos positivos sobre el organismo humano, como su acción antibacteriana o antialérgica, o el hecho de que aporta minerales y oligoelementos de gran importancia para el buen funcionamiento del organismo, como magnesio, zinc, litio, calcio y potasio. Últimamente se tiende a considerar que estos beneficios se obtienen sólo con el consumo moderado de cualquier bebida alcohílica.

Efectos derivados del consumo de alcohol a nivel individual

Neoplasias malignas

  • Tracto gastrointestinal: el alcohol incrementa el riesgo de cánceres de labio, cavidad bucal, faringe, esófago, laringe, y en menor grado de estómago, colon, recto y próstata
  • Hígado: el alcohol incrementa el riesgo de cáncer de hígado de forma exponencial
  • Mama: el alcohol incrementa el riesgo de cáncer de mama de forma dependiente del consumo

Enfermedades gastrointestinales, metabólicas y endocrinas

  • Cirrosis hepática: el alcohol incrementa el riesgo de cirrosis hepática. Las mujeres tienen mayor riesgo que los hombres
  • Pancreatitis: el alcohol incrementa el riesgo tanto de pancreatitis aguda como crónica
  • Diabetes tipo II: aunque consumos bajos de alcohol tienen un efecto protector comparados con la abstinencia, consumos elevados incrementan el riesgo de diabetes
  • Sobrepeso y obesidad: el alcohol contiene 7,1 kilocalorías por gramo, por lo que su consumo puede ser causa de sobrepeso y obesidad
  • Malnutrición: los que consumen cantidades elevadas de alcohol suelen tener una dieta desequilibrada y en algunos casos malnutrición
  • Gota: el alcohol incrementa el riesgo de tener elevado el ácido úrico en sangre

Enfermedades cardiovasculares

  • Hipertensión: el consumo de alcohol incrementa la presión arterial y el riesgo de hipertensión
  • Accidente cerebrovascular: el alcohol aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico. En cuanto a la isquemia cerebral, el bajo consumo un mayor efecto protector que la abstinencia; en cambio, el riesgo se incrementa con consumos más elevados
  • Enfermedad coronaria: consumos bajos tienen un mayor efecto protector respecto que la abstinencia y consumos más elevados lo incrementan
  • Miocardiopatía: el consumo de alcohol a dosis elevadas incrementa el riesgo de daño en el músculo cardiaco

Enfermedades neuropsiquiátricas

  • Ansiedad y alteraciones del sueño: un 10-15 % de las personas con un trastorno de ansiedad también tiene asociados trastornos por alcohol. El alcohol agrava los trastornos del sueño
  • Epilepsia: el alcohol incrementa el riesgo desde consumos bajos
  • Depresión: los trastornos por alcohol son un factor de riesgo de sufrir depresión que está en relación con la intensidad del consumo
  • Dependencia del alcohol: el riesgo de dependencia del alcohol comienza con bajos niveles de consumo y se incrementa a medida que éste aumenta. Los jóvenes son particularmente vulnerables
  • Daño en el sistema nervioso: entre una tercera y una cuarta parte de las personas con dependencia del alcohol tienen dañado el sistema nervioso periférico
  • Daño cerebral: altos consumos de alcohol se asocian a un aumento del riesgo de degeneración cerebral con disminución de la función cognitiva
  • Disminución de la función cognitiva y demencia: altos consumos de alcohol incrementan el riesgo de pérdida de la capacidad cognitiva, que es mayor cuanto más elevado es el consumo

Sistema inmunitario

El alcohol puede interferir con las funciones normales del sistema inmunitario, incrementando la susceptibilidad hacia ciertas enfermedades infecciosas como neumonía, tuberculosis y posiblemente VIH.

Sistema musculoesquelético

Hay un riesgo mayor de fracturas, especialmente en varones. Altos niveles de consumo originan enfermedades musculares.

Lesiones intencionales y no intencionales

  • Violencia: mayor riesgo de verse envuelto en acciones de violencia, que aumentan de intensidad cuanto mayor es la ingesta de alcohol
  • Accidentes: las personas que tienen más riesgo son aquellas que beben habitualmente pequeñas cantidades de alcohol pero que ocasionalmente beben mucho
  • Suicidio: hay una relación directa entre el consumo de alcohol y el riesgo de suicidio

Problemas sociales

  • Consecuencias sociales negativas: el alcohol incrementa el riesgo de dañar la vida familiar, el trabajo, los estudios, las relaciones sociales. El daño será mayor cuanto mayor sea la cantidad de alcohol consumida
  • Reducción de la actividad laboral: el consumo de elevadas cantidades de alcohol entraña un riesgo muy elevado de perder el empleo y habitualmente entraña una importante pérdida de productividad

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