Salud bucodental - En Profundidad - Factores de riesgo y salud bucodental

Salud dental hace referencia a los aspectos de salud y funcionamiento de la boca
Las infecciones pueden causar caries, inflamación de la encía, pérdida de los dientes y mal aliento
El flúor inhibe la desmineralización, fomenta la remineralización y aumenta la dureza del esmalte

La expresión salud dental hace referencia a todos los aspectos de la salud y al funcionamiento de nuestra boca, especialmente de los dientes y de las encías. Además de permitirnos comer, hablar y reír (tener buen aspecto), los dientes y las encías deben carecer de infecciones que puedan causar caries, inflamación de la encía, pérdida de los dientes y mal aliento.

Para una buena prevención de las enfermedades bucodentales, además de abordar los factores de riesgo modificables, como los hábitos de higiene bucodental, el consumo de azúcares, la falta de calcio y de micronutrientes y el tabaquismo, una parte esencial de la estrategia también se ocupa de los principales determinantes socioculturales, como la pobreza, el bajo nivel de instrucción y la falta de tradiciones que fomenten la salud bucodental.

Los sistemas de salud bucodental han de estar orientados hacia los servicios de Atención Primaria de salud y prevención. La iniciativa mundial de salud escolar de la Organización Mundial de la Salud, mediante la que se pretende impulsar la promoción de la salud y la educación sanitaria en los ámbitos local, regional, nacional y mundial, ha sido recientemente reforzada gracias a un documento técnico sobre salud bucodental. También se ha hecho mayor hincapié en la necesidad de prestar atención especial a las personas mayores ya que, en el año 2050, habrá dos mil millones de personas mayores de 60 años, de las que un 80% vivirá en los países en desarrollo.

Además el programa de salud bucodental contribuirá considerablemente al diagnóstico precoz, la prevención y el tratamiento del VIH/sida, que suele manifestarse en primer lugar en forma de infecciones y lesiones bucodentales micóticas, bacterianas o víricas.

En los últimos años ha habido una reducción en la incidencia de caries en la mayoría de los países europeos. Un aumento de la higiene bucal, incluyendo un cepillado diario y el uso del hilo dental para quitar la placa, así como el uso de pasta de dientes con flúor, combinado con revisiones dentales periódicas, parecen ser los responsables de la mejoría.

El flúor inhibe la desmineralización, fomenta la remineralización y aumenta la dureza del esmalte de los dientes, haciéndolos menos solubles a los ácidos. Una cantidad apropiada de flúor ayuda a prevenir y controlar las caries. El flúor se puede suministrar de manera sistemática a través de suplementos y, también, se puede aportar de manera tópica, directamente en la superficie de los dientes, mediante pasta de dientes, enjuagues bucales, geles y esmaltes.

En algunos países, la sal, la leche u otras bebidas tienen flúor añadido y disponen también de suplementos de flúor en forma de comprimidos o en forma líquida. Se debe tener en cuenta el nivel de flúor en el agua potable y en la comida cuando se evalúa la necesidad de tomar suplementos de flúor. Esto es especialmente importante en los niños menores de seis años, cuyos dientes aún se están desarrollando. Un exceso de consumo de flúor puede llegar a causar manchas en los dientes, lo que se conoce como fluorosis.

El cepillado utilizando una pasta de dientes con flúor parece ser el factor más importante en el descenso de caries observado en muchos países. El cepillado y el uso de hilo dental ayudan a la aplicación de flúor para eliminar bacterias de la boca y reducir el riesgo de caries y de enfermedades periodontales.

La aplicación regular de esmaltes fluorados que realizan los dentistas es una medida de prevención de formación de caries establecida en muchos países. Esta práctica es especialmente recomendable en niños con un alto riesgo de caries.

Una mala salud bucodental puede tener profundas repercusiones en la salud general y en la calidad de vida. El dolor, los abscesos dentales, los problemas para comer o en la masticación, la pérdida de piezas y la existencia de dientes descoloridos o dañados tienen efectos importantes sobre la vida y en el bienestar cotidianos de las personas. Por otra parte, el cepillado no es suficiente para eliminar las bacterias que se alojan en los surcos de los molares, siendo necesario que el dentista proceda a su sellado preventivo.

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