Sida - De interés - África se muere de sida, pero también de hambre

Nueve de cada diez casos de sida se producen en África, con un 83 % de muertes por sida.
La epidemia de sida en África ya ha matado a siete millones de trabajadores del campo desde 1985; quedan pocos trabajadores para cultivar la tierra.
Los índices de infección de VIH entre las mujeres jóvenes son de tres a cinco veces más elevados que entre los varones de la misma edad.

Actualmente 36,1 millones de personas padecen sida en el mundo y el 95 % de ellas vive en países en desarrollo.

La epidemia de sida en África afecta más a las zonas rurales que a las urbanas y muestra una expansión muy veloz con un elevado coste en vidas.

Nueve de cada diez casos de sida se producen en África donde se produce el 83 % del total de muertes por sida. Se puede decir que África se muere a causa del sida. Países como Botswana, Namibia, Swazilandia y Zimbabwe cuentan con un 26 % por ciento de la población entre 15 y 49 años infectada por el VIH. En el África subsahariana más del 10 % de la población adulta sufre sida y hay 11 millones de huérfanos a causa del sida.

La epidemia de sida en África ya ha matado a siete millones de trabajadores del campo desde 1985 y podría matar a 16 millones más de estos agricultores en los próximos 20 años. A medida que los adultos mueren de sida en estas zonas rurales, quedan pocos trabajadores para cultivar la tierra y se produce un descenso alarmante de la producción de alimentos, lo que amenaza severamente la supervivencia de las comunidades agrícolas. Se puede afirmar que África se muere de sida, pero también se muere de hambre.

Otro factor que se debe tener en cuenta en la situación de este continente, originada por el sida, es la mayor vulnerabilidad de la mujer frente a esta enfermedad. Los índices de infección de VIH entre las mujeres jóvenes son de tres a cinco veces más elevados que entre los varones de la misma edad. Según la tradición, las mujeres viudas deben casarse con el hermano de su marido para poder tener acceso a las tierras del difunto. Esta costumbre llamada levirato favorece la expansión de la enfermedad y, por ello, algunos países han puesto en marcha campañas para limitar esta tradición. Como consecuencia, muchas mujeres viudas se quedan solas y pierden sus tierras.

África se sostiene gracias al trabajo de las mujeres. Ellas son las que llevan la carga más pesada de las familias. Cultivan el campo y cuidan a los ancianos y a los enfermos. Sin las mujeres, África no puede progresar. La enfermedad se ha convertido así además en un importante problema económico que afecta al desarrollo.

Noticias Relacionadas con Sida

> Ver todas