Educación infantil y Los videojuegos

Desde hace varios años, los videojuegos ocupan gran parte del tiempo libre de nuestros hijos y, en los últimos años, se han levantado voces tanto a favor de su uso como en contra.

Lo cierto es que los videojuegos han desarrollado muchísimo su capacidad pedagógica y actualmente muchos centros educativos los utilizan para enseñar ciertas materias y educar en valores.

Por un lado, las voces más pesimistas afirman que este tipo de entretenimiento puede provocar un aislamiento social y alertan sobre otros perjuicios para la salud, como su capacidad de desencadenar ataques epilépticos. Por otro lado, otros subrayan las excelencias del uso de los videojuegos e inciden en sus aspectos educativos, de superación y de adquisición de habilidades manuales.

La mayoría de videojuegos preferidos por los niños incluyen violencia y el número de títulos de corte violento fabricados sigue en aumento. Los considerados como extremadamente violentos han aumentado sus ventas en más de un 30% en los últimos años. En cambio, los juegos menos aceptados son los que contienen aspectos educativos.

Por otra parte, las recomendaciones de los fabricantes sobre la edad a la que destinan los videojuegos pueden resultar orientativas, pero no son siempre las más acertadas. Por eso, los padres debemos controlar los contenidos de los videojuegos de nuestros hijos, pero desde una postura de comprensión y no de imposición.

En los aspectos positivos:

  • El jugador toma decisiones, actúa y además percibe que su esfuerzo se ve recompensado.
  • Se adquieren conocimientos (lenguajes específicos, símbolos, técnicas…).
  • Los videojuegos proporcionan un sentido del dominio y del cumplimiento en los jugadores. Esto reporta un aumento de la autoestima y reconocimiento social por parte de los amigos.
  • Ejercitan la imaginación sin limitaciones espaciales o temporales.
  • Desarrollan la coordinación óculo-manual, enseñan habilidades psicomotrices y ayudan a "aprender a aprender".

En los aspectos negativos:

  • Pueden provocar que se les dedique un tiempo desproporcionado, abandonando otras tareas.
  • Los jugadores asiduos a los juegos violentos pueden presentar una conducta más agresiva, impulsiva y egoísta. Asimismo, los juegos violentos pueden predisponer a aceptar la violencia con demasiada facilidad.
  • Algunas personas con síntomas de fobia social utilizan este tipo de entretenimiento como refugio.
  • Los videojuegos de contenido agresivo pueden generar ansiedad y sentimientos hostiles.

Uno de los efectos negativos de los videojuegos que más preocupan a padres y educadores es la adicción que este tipo de entretenimiento puede crear en nuestros hijos. Muchos partidarios de la consola niegan que los videojuegos puedan crear adicción, mientras que otros piensan que actúan sobre el cerebro de la misma manera que otras sustancias que crean dependencia. Si los jugadores de videojuegos someten al cerebro de forma continua a ciertos estímulos de recompensa que causan la liberación de cantidades crecientes del neurotransmisor llamado dopamina, se crea "una memoria de la adicción" que tiene efecto en la actividad cerebral.

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