Un estudio, realizado por Edward Swing, de la universidad de Washington y publicadoen 2004 en la revista Pediatrics, ha analizado las costumbres de dos muestras, una de 1.323 menores de 6 a 12 años pertenecientes a diez colegios distintos, y otra de 210 universitarios de entre 18 y 32 años. Durante los 13 meses de seguimiento, todos los participantes notificaron el tiempo dedicado a la televisión y a los videojuegos los fines de semana (para los menores, los informadores fueron los padres). Los problemas de concentración se evaluaron mediante cuestionarios.
Se recomienda limitar a dos horas diarias la exposición a estas actividades lúdicas.
La televisión se ha convertido en un entretenimiento de uso abusivo que fomenta el sedentarismo y conduce a la obesidad, a la alteración de la conducta y al fomento de la violencia.
En las conclusiones del estudio se afirma que cada hora delante de la pantalla supone un riesgo adicional para que el niño desarrolle problemas de atención. Los videojuegos también han seguido la misma tendencia y han pasado de ser un entretenimiento a un verdadero quebradero de cabeza para los padres.
Sin embargo, el valor educativo de la televisión es indiscutible y los videojuegos muestran un enorme potencial para la educación de los menores.
En este sentido, un grupo de investigadores de la Universidad de Huelva ha publicado un trabajo en el que destaca la utilidad de los videojuegos para la enseñanza de las ciencias sociales, mejorando la adherencia de los alumnos al proceso educativo.
Es importante conocer el contenido de los videojuegos y de los programas de televisión y asegurarse de que no sean sexistas, violentos o racistas. Se debe fomentar la participación tanto delante del televisor como en los videojuegos con partidas de más de un jugador y es necesario limitar el tiempo diario de uso.
