Con la aprobación del proyecto de ley para permitir el matrimonio homosexual, las parejas del mismo sexo podrán adoptar niños con los mismo efectos y derechos que las heterosexuales. Se trata del punto más polémico del denominado proyecto de ley de la Reforma del Código Civil, que salió adelante en el Congreso de los Diputados con 183 votos a favor, 136 votos en contra y seis abstenciones.
Tras calificar de "histórico" el día en que se produjo la noticia, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales envió al Congreso varios informes, -entre ellos uno de la Asociación Americana de Psicología y otro de la Academia Americana de Pediatría-, que acreditan que la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo no perjudica a los menores. Pero las reacciones en contra de esta decisión, no se han hecho esperar.
Así, las principales confesiones religiosas presentes en España -católicos, judíos y ortodoxos- han pedido al Gobierno "reflexión, diálogo y consenso" antes de modificar el Código Civil. Así mismo, el Foro Español de la Familia ha asegurado que la incidencia de homosexualidad en los niños que crecen con parejas de homosexuales está por encima del 30%, "cifra muy superior a la media".
Esta modificación del Código Civil, traerá consigo la posibilidad de que se produzca también la coadopción, es decir, que el padre o la madre de un niño pueda adoptarlo. Esta última posibilidad es la que más reclaman las parejas homosexuales, sobre todo las de lesbianas, porque actualmente si una de ellas tiene un hijo (muchas recurren a la inseminación) el bebé no tiene ningún vínculo legal con su pareja, aunque las dos actúen de madres.
Además hay que tener en cuenta, que la adopción conjunta resultará casi imposible para parejas casadas gays, porque los países de donde provienen los niños, no permiten entregarlos a homosexuales.
