Los dentistas alertan sobre la nueva tendencia que afecta a los ciudadanos de Reino Unido: el TurkeyTeeth

Influencers ingleses han puesto de moda viajar a Turquía para tratamientos dentales, mucho más baratos
Profesionales britanicos afirman haber tenido que atender a cientos de pacientes con serias complicaciones

La obsesión por lucir unos dientes extremadamente blancos y alineados se extiende cada vez más entre los usuarios de las redes sociales. En TikTok se ha creado el hashtag #TurkeyTeeth, el cual ha alcanzado los 227 millones de visitas y sobre el que están advirtiendo los dentistas de Reino Unido por los riesgos que conlleva.

TurkeyTeeth es un neologismo que hace referencia a la tendencia de viajar a Turquía para realizarse tratamientos de carillas o coronas dentales a un precio muy reducido y buscando un objetivo: volver con una dentadura perfecta aunque, en muchas ocasiones, ésta resulte artificial. Varios influencers ingleses ya se han sometido a estos tratamientos y han subido a sus redes sociales imágenes de todo el procedimiento. Pero lo cierto es que cientos de personas que han viajado a Turquía para embellecer su sonrisa han sufrido graves complicaciones y auténticos destrozos en sus bocas.

Una encuesta realizada por la Asociación Dental Británica (BDA) para la BBC, reveló que de los 1.000 dentistas consultados, 597 habían tenido que atender a pacientes con serios problemas tras volver de Turquía, como infecciones, abscesos y dificultades para masticar. Muchos de ellos habían sido estafados, ya que pagaron un tratamiento de carillas pero les pusieron coronas, un procedimiento mucho más agresivo e invasivo.

El Dr. Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España, explica que "las carillas son pequeñas láminas de un grosor de entre 0,8 y 1,5 milímetros que se colocan sobre la superficie frontal de los dientes. La ventaja de este tratamiento es que el tallado de los dientes es mínimo o innecesario". Por el contrario, las coronas dentales requieren "un tallado del diente mucho mayor, de unos dos milímetros (el 60% del diente), ya que la funda debe cubrir el diente por completo, pues su función es restauradora y no solo estética, como es el caso de las carillas. Este tratamiento siempre requiere anestesia local", añade el Dr. Castro.

Desde el Consejo se insiste en que ambos tratamientos deben ser realizados por un dentista cualificado y en una clínica que cumpla con todos los requisitos sanitarios y legales. Asimismo, pide a los ciudadanos que sean cautos y no se dejen engañar con mensajes publicitarios que prometen tratamientos dentales a precios irrisorios, ya que pueden derivar en graves problemas para su salud, como está pasando en Reino Unido. "Antes de someterse a cualquier intervención es muy importante que el dentista realice un diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado, nos explique detalladamente en qué consiste y que haga un seguimiento para comprobar que todo evoluciona correctamente. Además, si surge algún contratiempo por la financiación o por una mala praxis tendrán que iniciar un procedimiento legal en un país extranjero, donde la normativa sanitaria, aseguradora y de responsabilidad civil es diferente a la española", apunta el Dr. Castro.

"La tendencia TurkeyTeeth supone un grave riesgo para la salud de la población, especialmente para los jóvenes, que son quienes más siguen las redes sociales. Estamos viendo que en Reino Unido está habiendo muchos afectados, y esperamos que esta práctica no se extienda en España. Un tratamiento mal hecho puede causar daños en el nervio dental, dolor, infección, abscesos, pulpitis e incluso la pérdida del diente. En los últimos años se está considerando la salud bucodental como un bien de consumo más, haciendo creer a la población que es una cuestión meramente estética, cuando realmente no es así. Tener una boca sana es básico para para disfrutar de una buena salud general y de una calidad de vida óptima", concluye Castro.

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