La psoriasis es una alteración inflamatoria de la piel caracterizada por brotes frecuentes de erupción en placas rojas escamosas, de predominio sobre codos, rodillas, tronco, manos/uñas y cuero cabelludo.
La psoriasis es una enfermedad no contagiosa y muy frecuente que afecta a ocho de cada 10.000 personas. La enfermedad puede aparecer de forma gradual o de repente, y afectar a individuos de cualquier edad, aunque por lo general comienza entre los 15 y los 35 años. Se caracteriza por la presencia de frecuentes episodios de recurrencia y remisión.
La causa de esta enfermedad es desconocida, pero parece existir un factor hereditario que incide sobre la inflamación y la respuesta inmune. Empeora si se acompaña de otras lesiones de la piel y en los pacientes que tienen la inmunidad alterada como ocurre en las enfermedades autoinmunes. Otros factores agravantes pueden ser las medicaciones, las infecciones, el consumo de alcohol, la obesidad, la falta de luz solar, los climas fríos, la fricción o el rascado y el estrés.
Por otra parte, se ha demostrado que, en esta enfermedad, la maduración y migración de las células nuevas de la piel desde la profundidad hacia estratos superficiales de la misma están aceleradas y dura, aproximadamente, unos días en lugar de un mes, que es lo normal, por lo que las células, al no poder descamarse lentamente, se acumulan en placas grandes.
Lo característico es la aparición de brotes frecuentes de erupción en placas rojas escamosas, de predominio sobre codos, rodillas, tronco, manos/uñas y cuero cabelludo. Las placas tienen bordes rojizos bien definidos, y pueden picar, descamarse y agrietarse. A veces, las lesiones son pequeñas y múltiples (psoriasis en gotas). Aparecen zonas de inflamación de color rojizo que se cubren de una especie de escamas plateadas, brillantes y no es una enfermedad infecciosa ni contagiosa. Tampoco es una enfermedad fatal, aunque, en los casos más severos, puede tener un impacto social importante ya que más de la mitad de los afectados evita hacer deporte o actividades físicas para no mostrarse en público.
Principales tipos
La presentación más común es la llamada psoriasis discoide o psoriasis en placas, que afecta al tronco, los codos, las rodillas, el cuero cabelludo o los genitales, y que también puede sufrirse en las uñas, que aparecen engrosadas y deformes. La psoriasis en gota es una presentación característica de los niños y tiene aspecto de pequeñas gotas de piel que está enrojecida y engrosada. La psoriasis pustulosa es una forma rara de la enfermedad y se caracteriza por la presencia de pequeñas pústulas con pus que se localizan en todo el cuerpo y en las palmas de las manos o en las plantas de los pies.
La llamada eritrodermia psoriásica es una forma grave, ya que se afecta el 70% de la superficie corporal, produce alteraciones importantes de la regulación de los líquidos del cuerpo y de la temperatura, y requiere de ingreso en un hospital.
La psoriasis puede, además, acompañarse de inflamación de las articulaciones, con predominio en las pequeñas articulaciones de las manos y los pies (artritis psoriásica). Dos de cada diez pacientes con psoriasis desarrollan artritis. También se afectan los tejidos blandos y puede aparecer la inflamación del dedo. La artritis psoriásica afecta a menos de cuatro articulaciones y puede afectar a la espalda.