La aparición de bolsas en los ojos se produce por la acumulación de líquidos en esta zona y puede responder a una tendencia genética o presentarse como resultado de un consumo excesivo de alcohol, tabaco... También pueden estar causadas por padecer alguna enfermedad renal o ser el fruto de una dieta poco saludable y con exceso de sal. Las ojeras se producen por una alteración de la microcirculación linfática de la zona con posterior pigmentación.
Los tejidos que rodean los ojos, que son muy delicados, se debilitan con la edad y con la falta de sueño, la mala alimentación, el tabaco, los cambios hormonales y algunas enfermedades. Entonces aparecen hinchazón y problemas circulatorios en la zona, lo que da lugar a la formación de ojeras y bolsas. Cierto es, también, que en algunos casos existe cierta predisposición genética a padecerlas y que el problema empeora con los años y por falta de cuidados.
Las bolsas y ojeras, aunque pueden ser una manifestación de una enfermedad subyacente, no constituyen en sí mismas un problema de salud, sino una cuestión estética que preocupa mucho a las personas que las tienen por el aspecto cansado y envejecido que ocasionan.
Existen procedimientos quirúrgicos y de láser que pueden eliminar las bolsas y las ojeras, pero lo más sencillo es ocultarlas con correctores de maquillaje. Sin embargo, un buen cuidado de la zona con una crema específica hidratante, un buen descanso nocturno con la cabeza más elevada, una dieta pobre en sal y abandonar el tabaco y el consumo de alcohol son medidas fundamentales para su prevención y para disminuir su intensidad una vez instaladas.