La prueba requiere preparación. El día antes deberá hacer una comida alta en grasa y una cena pobre en grasa (según indicaciones del radiólogo). Dos horas después de cenar, debe ingerir seis cápsulas de contraste a intervalos de cinco minutos una cada vez y no tiene que beber ni comer hasta la prueba. Una vez en el Departamento de Radiología, el técnico le pedirá que se desvista y se quite los objetos metálicos y le acomodará en la cama de rayos. El radiólogo podrá ver su vesícula en directo por fluoroscopia.
Posteriormente, se le administrará una bebida grasa y la vesícula se contraerá y expulsará bilis, de modo que se podrán realizar placas a intervalos regulares.
La prueba puede parecerle complicada, pero no es molesta y el técnico le orientará durante todo el proceso.