Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), durante las Navidades los españoles suelen engordar entre dos y cuatro kilos debido a un excesivo consumo de calorías. Nuestro país es precisamente uno de los más indulgentes en cuanto a alimentos en Navidad se refiere, tal y como apunta un estudio realizado por Bupa, matriz de Sanitas, que además de España ha analizado otras zonas geográficas como Estados Unidos, Reino Unido y América Latina.
En este sentido, Eva María Bautista, nutricionista de Blua de Sanitas, advierte que "aunque se trata de un periodo en el que aumenta el consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas y es más complicado tomar decisiones saludables, es posible controlar la alimentación. Y este control de la alimentación tiene que estar presente tanto en personas sanas como en las no sanas".
Según la nutricionista de Sanitas, "puede parecer un imposible, pero no ganar peso en Navidad no requiere grandes esfuerzos ni impide disfrutar plenamente de las fiestas. Son los pequeños cambios los que marcan la diferencia". Para minimizar los excesos que cometemos durante la Navidad y no acabar con nuestros buenos hábitos alimenticios en este periodo de fiestas, la nutricionista de Sanitas comparte los siguientes consejos:
- Apostar por la calidad frente a la cantidad: no siempre es necesario que en la mesa navideña domine la opulencia, lo recomendable es optar por un menú saludable.
- Continuar haciendo ejercicio: no es necesario hacer grandes esfuerzos, con 45 minutos de deporte diario será suficiente para contrarrestar los excesos navideños y reducir la sensación de apetito. Por ejemplo, una caminata diaria para empezar la jornada puede ser el mejor aliado en la batalla contra la báscula.
- Comer cinco veces al día: aunque pueda parecer contradictorio, hacer cinco comidas diarias es una estrategia perfecta para evitar los atracones y llegar a las comidas navideñas sin sensación de hambre, lo que hará que consumamos menos cantidad.
- Masticar despacio: comer rápido significa comer más, por lo que masticar con calma cada bocado ayudará a evitar empachos.
- ¿Carne o pescado?: la recomendación es priorizar el pescado ante la carne roja que tanto abunda en estas fiestas. Además, lo más sano es apostar por recetas poco condimentadas y con pocas grasas, usando aceite de oliva y con guarniciones protagonizadas por verduras. Platos como el pescado al horno, son un gran acierto al ser una opción sabrosa y saludable.
- ¿Qué hacemos con el postre?: sabemos que el turrón es un clásico en Navidad, por eso, aunque sea inevitable su consumo, hay que hacerlo con moderación ya que la ingesta de alimentos con altos niveles de azúcares no solo es perjudicial para la relación con la báscula, sino que también lo es para la salud bucodental. "El control de una dieta saludable, que incluya frutas, verduras y agua abundante, ayuda a prevenir patologías orales. Y, en la medida de lo posible, es conveniente reducir la ingesta de alimentos y bebidas azucaradas, puesto que aumenta el riesgo de aparición de caries. Mantener una buena higiene oral, es decir, realizar un correcto cepillado durante dos minutos y el uso de enjuagues bucales después de comidas tan copiosas como las que ocurren en estas fechas es fundamental para evitar sorpresas indeseables", afirma la odontóloga Berta Uzquiza Araúzo de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental.
- Beber, beber y volver a beber… pero agua: el alcohol más allá de ser una importante fuente de calorías, afecta perjudicialmente a nuestra salud. Para llevar una dieta saludable, no solo durante las fiestas sino todo el año, el mejor aliado será el agua.
- Mantener los hábitos, la mejor receta: se puede disfrutar de las cenas y comidas navideñas, pero es importante mantenerse activo o hacer ejercicio para no perder los hábitos saludables de alimentación adquiridos durante el año.
- No hace falta estar pendiente de la báscula: lo más recomendable siempre es cuidar la alimentación a través de hábitos sanos y mantenerlos en el tiempo. No es necesario preocuparse en exceso por el número que marca la báscula y no hay que olvidar que este no es el único indicador a tener en cuenta para conocer nuestro estado de salud.
- Disfrutar de las reuniones familiares: no conviene obsesionarse con la alimentación, ya que esto puede dar lugar a conductas inadecuadas y perjudiciales para la salud. Si se cometen excesos durante las Navidades, es posible retomar los hábitos saludables una vez pasadas las fiestas e incorporar ejercicio para mantener una vida sana.