El cáncer de laringe se caracteriza por el desarrollo de un tumor maligno que afecta a las cuerdas vocales y a las estructuras vecinas. Las cuerdas vocales se localizan en la laringe, que a su vez se ubica en el cuello.
Existen una serie de factores que predisponen a padecer lesiones precancerosas, susceptibles de evolucionar a un tumor maligno:
- Anntecedentes familiares de cáncer.
- Inflamación crónica constante que conduzca laringitis crónica, como las enfermedades infecciosas de vías respiratorias altas y bajas, el abuso y el mal uso de la voz de manera continuada y el reflujo ácido del estómago.
- El sistema inmunológico del paciente.
- La polución o contaminación del medio ambiente.
- El tabaco.
- El alcohol.
- Las radiaciones ionizantes por radioterapia.
- Infecciones virales, sobre todo las del virus del papiloma.
- La tuberculosis y la sífilis de garganta.
Los síntomas del cáncer de laringe dependen de la localización del tumor, ya sea por encima de las cuerdas vocales (supraglótico), en las propias cuerdas (glótico) o por debajo de ellas (subglótico), y puede afectar a diferentes partes de la laringe (transglótico).
Los tumores situados por encima de las cuerdas vocales son los más frecuentes, y los síntomas aparecen de forma tardía. Los pacientes se quejan de una faringitis que no se cura, con picores, tos irritativa, alguna pequeña molestia al tragar o pinchazos. Cuando afecta a las cuerdas vocales, el enfermo sufre ronquera al hablar (disfonía) y si alcanza un tamaño grande, se produce dificultad para tragar (odinofagia). Los cánceres de laringe situados por debajo de las cuerdas vocales debutan después de un periodo asintomático con ronquera y dificultad respiratoria, y presentan metástasis que son precoces a los ganglios del cuello y a la parte anterior de la tráquea.