Son lesiones que se suelen producir mientras se practica deporte o ejercicio físico. Algunas ocurren accidentalmente y otras se deben a malas prácticas en la preparación o al uso inadecuado del equipo de entrenamiento. Algunas personas se lastiman cuando no están en buena condición física. En ciertos casos, las lesiones se deben a la falta o escasez de ejercicios de calentamiento o estiramiento antes de jugar o hacer ejercicio.
En la actividad física, están implicados diferentes sistemas y aparatos del organismo: sistema locomotor, huesos, articulaciones, músculos, sistema cardiovascular, corazón, vasos sanguíneos, sangre, sistema respiratorio, vías aéreas, alvéolos, centro respiratorio, sistema nervioso, sistema endocrino y otros sistemas, aunque en este apartado se van a abordar las lesiones del hueso, del tendón y del músculo.
Existen dos grandes categorías generales de lesiones deportivas o por actividad física: la de las lesiones traumáticas agudas, que suelen producirse a raíz de un solo golpe o de la aplicación de una fuerza; y las lesiones crónicas o por sobreuso, que se desarrollan durante un periodo de tiempo más o menos prolongado. Suelen estar provocadas por movimientos repetitivos, como los implicados en correr, lanzar cosas por encima de la cabeza o sacar en el tenis, e incluyen fracturas por sobrecarga, tendinitis y epifisitis o apofisitis.
Las lesiones traumáticas agudas incluyen:
- Fracturas: son grietas o roturas totales o parciales de tejido óseo.
- Contusiones: son lesiones que se producen por un golpe sobre los tejidos blandos sin causar ninguna herida. Se producen en la piel o en los músculos. El golpe puede ser directo o indirecto (contragolpe). Pueden cursar con inflamación y sangrado en el interior de los músculos y otros tejidos corporales.
- Distensiones: son estiramientos o desgarros en un músculo o tendón, el extremo estrecho y resistente de un músculo que lo conecta con el hueso.
- Esguinces: son estiramientos o desgarros de los ligamentos, el tejido que refuerza y da estabilidad a las articulaciones, y conecta huesos y cartílagos.
- Las abrasiones o laceraciones: son raspaduras o cortes en la piel que rompen la barrera cutánea.
Las lesiones por sobrecarga o de tipo crónico incluyen:
- Fracturas por sobrecarga: son pequeñas grietas en la superficie del hueso a menudo provocadas por una sobrecarga repetitiva (por ejemplo, en los pies de un jugador de baloncesto que salta constantemente en la pista).
- Tendinitis con inflamación de un tendón provocada por su uso repetitivo.
- Epifisitis o apofisitis: son lesiones por sobrecarga en el cartílago de crecimiento (es decir, el lugar a partir del cual el hueso puede crecer en longitud durante la infancia y adolescencia).
La causa más frecuente de lesión muscular o articular es el uso excesivo (sobrecarga). Si se continúa con el ejercicio cuando aparece el dolor, se puede empeorar la lesión. El uso excesivo puede deberse a no respetar el descanso de, al menos 48 horas, tras un ejercicio intenso, independientemente del grado de preparación.
Los músculos, tendones y ligamentos se pueden lesionar cuando se encuentran débiles para el ejercicio y los huesos se pueden debilitar por la osteoporosis. Las articulaciones se lesionan con más frecuencia cuando los músculos y ligamentos que las estabilizan se encuentran débiles. Las anomalías estructurales pueden ejercer una sobrecarga irregular en determinadas regiones corporales.
Todas las personas tienen los tejidos susceptibles de lesionarse por debilidad intrínseca, sobrecarga o factores biomecánicos.