En primer lugar, es importante que reconozca que se padece una enfermedad que puede ser grave, pero no por ello debemos sentirnos culpables.
Es fundamental que nos pongamos en manos de un profesional y, a ser posible, con la ayuda de nuestra familia.
No dude en recurrir, para hacer más efectivo el tratamiento farmacológico, a centros de día o a grupos de autoayuda, y fomentar así las actividades fuera del hogar en el caso de las amas de casa, jubilados o parados.
Es importante que practique algún deporte o realice habitualmente ejercicio físico.
Es recomendable evitar el consumo de sustancias excitantes como: café, té, colas o tabaco.
Consejos para pacientes
Ante la sospecha de padecer depresión, consulte a su médico.
Si una vez comenzado un tratamiento, aparecen síntomas nuevos o el tratamiento le sienta mal, no lo abandone sin antes consultar a su médico.
Indique siempre a su médico si padece alguna otra enfermedad, si toma algún medicamento, si está embarazada o puede estarlo.