La amigdalitis o anginas es la inflamación de una amígdala. Las amígdalas son masas de tejido linfático de forma oval y carnosa que se sitúan en la pared lateral de la faringe a cada lado de la garganta. Estas agrupaciones de tejido contienen las células que producen anticuerpos útiles en la lucha contra la infección.
Existen muchas causas de amigdalitis, como virus y bacterias, entre los que se pueden citar: estreptococo, adenovirus, el virus de la influenza, el virus Epstein-Barr, los virus parainfluenza, los enterovirus y el virus del herpes simple.
Los síntomas más comunes de la amigdalitis son: enrojecimiento, inflamación, secreción en forma de membrana amarilla, gris o blanca, ampollas o áreas ulceradas dolorosas en la garganta, dolor de garganta repentino, dolor al tragar, dolor de cabeza, pérdida de apetito, malestar general, escalofríos, fiebre, y la presencia de nódulos linfáticos inflamados y blandos en el cuello o en la zona de la mandíbula. También pueden aparecer, en los niños, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
La amigdalitis es una enfermedad infecciosa adquirida por contagio, bien a través del aire (al toser o estornudar), o bien por contacto directo (intercambio de saliva, contacto con objetos contaminados y contacto íntimo).