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Urinocultivo

¿Qué es?

El urinocultivo (cultivo de orina), o urocultivo como también se denomina, es una prueba (análisis) de laboratorio, que tiene como finalidad detectar la presencia de microorganismos infecciosos, fundamentalmente bacterias y hongos, en la orina de las personas.

¿Para qué se utiliza?

La orina es un líquido transparente y amarillento cuyas funciones son la eliminación de residuos tóxicos del organismo y la regulación y control de mecanismos básicos orgánicos, que, en condiciones normales es aséptico, es decir, que no contiene microorganismos infecciosos. Sin embargo, en situaciones no normales la orina puede contener bacterias (lo que se conoce como bacteriuria) que, si están presentes en un número o concentración suficientemente elevados, pueden causar una infección urinaria, o mejor, una infección del tracto urinario. Dependiendo de la parte de este tracto que esté afectada por la infección, ésta recibirá diferentes denominaciones: cistitis, uretritis, protatitis, orquiepididimitis, pielonefritis o absceso renal.
Las infecciones del tracto urinario se pueden producir tanto en la comunidad como en personas hospitalizadas, en las que habitualmente revisten una mayor gravedad, y son más frecuentes en las mujeres que en los hombres.

Las manifestaciones clínicas de estas infecciones pueden inducir al médico a sospechar su existencia e incluso ser suficientes en ciertos casos para establecer el diagnóstico de infección, pero en otros el diagnóstico de certeza sólo se puede establecer mediante la práctica de un urinocultivo (urocultivo). En él se identifica el microorganismo (bacteria u hongo) que está presente en la orina y, a partir de ahí, mediante estudios adicionales se puede determinar la sensibilidad de esos microorganismos a los diferentes antibióticos y seleccionar el más adecuado para combatirlos.

¿Cómo se realiza el urinocultivo?

Para realizar el urinocultivo es preciso recoger una muestra de orina del paciente.

Métodos para la recogida de la orina

Para la recogida de la muestra se pueden utilizar diferentes métodos dependiendo de las condiciones en que se encuentre el paciente. El principio común a todos ellos es que la toma se ha de hacer en condiciones de asepsia, evitando la contaminación externa de la orina recogida.

Mediante micción espontánea

La recogida la realiza la persona cuya orina se va a cultivar o, en el caso de niños muy pequeños, sus padres o personas responsables. Para la recogida se ha de utilizar un recipiente estéril, de boca ancha y con tapón de rosca para su cierre hermético. El procedimiento a seguir es como sigue:

  • La orina a recoger será la de primera hora de la mañana, dado que es cuando está más concentrada y ofrece las mejores condiciones para su estudio, en este caso, su cultivo.
  • Antes de la micción se ha de proceder primero a un lavado y secado de manos y después a un cuidadoso lavado de la zona genital con agua y jabón pero no con desinfectantes, aclarando abundantemente con agua para eliminar los restos de jabón. La mujer utilizará una compresa empapada en jabón y se lavará de delante hacia atrás, es decir, de la vagina hacia el ano.
  • Antes de iniciar la micción, la mujer separará con su mano izquierda los labios vaginales mientras con la derecha sostiene el recipiente estéril. El hombre ha de retraer el prepucio dejando al descubierto la cabeza del pene.
  • Una vez hecho esto se iniciará la micción sin recoger la primera parte de ella. Esa primera orina que no se recoge servirá para arrastrar y eliminar los gérmenes que haya en la uretra. Sí se recogerá la orina de la porción media de la micción y nuevament
  • El médico que le haya solicitado el cultivo le indicará la cantidad de orina que ha de recoger, pero normalmente es suficiente con 10-20 cm3. En cualquier caso, no ha de llenar el recipiente por completo.
  • Finalmente se de tapar el recipiente enroscando el tapón de forma que quede herméticamente cerrado. Durante todo el procedimiento se ha de evitar tocar el interior del recipiente o del tapón con ninguna parte del cuerpo u otro elemento para evitar una posible contaminación.
  • La muestra así se recogida se ha de entregar a la mayor brevedad posible (como máximo en el plazo de 2 horas) en el laboratorio en que se llevará a cabo el cultivo. Si no fuera posible entregarla en es tiempo, se ha de mantener en la nevera a una temperatura de 4 grados centígrados. En estas condiciones puede conservarse útil para cultivo durante 24 horas.

En el caso de las niñas o niños pequeños la recogida de la muestra de orina se realizará en una bolsa o colector estéril, específicamente diseñado al efecto, que le proporcionará el centro sanitario o que podrá adquirir en la farmacia, procediendo como sigue:

  • Lavar con agua y jabón la zona genital del niño o niña y aclarar cuidadosamente para eliminar cualquier resto de jabón. Secar con una toalla limpia. No utilizar desinfectantes.
  • Aplicar la bolsa o colector al área genital de acuerdo a las instrucciones proporcionadas por el personal sanitario o por el fabricante.
  • Dado que los niños de esta edad no tienen todavía control de esfínteres, es decir, no pueden orinar a voluntad, se ha de observar el colector al menos cada media hora para comprobar si se ha producido la micción. Si ésta no ha tenido lugar durante la primera hora, se ha de retirar el colector y colocar uno nuevo repitiendo el procedimiento desde el principio
  • Una vez recogida orina suficiente (de 5 a 10 cm3 es suficiente) se ha de retirar y cerrar el colector de acuerdo a las instrucciones que constarán en él.
  • Para la entrega de la muestra en el laboratorio se han de tener en cuenta las mismas indicaciones que en el caso de los adultos.
Otros métodos de recogida

En determinadas situaciones (por ejemplo, pacientes hospitalizados que llevan colocada una sonda vesical permanente) o en determinados pacientes (por ejemplo, niños muy pequeños en los que no se ha podido utilizar el método de la micción espontánea para la recogida de una muestra de orina válida para cultivo) se utilizan métodos de recogida como el sondaje vesical o la punción suprapúbica. En ambos casos la técnica la realiza personal sanitario (médicos o enfermeras) experto.

La muestra así obtenida se envía al laboratorio donde la orina se coloca en unos recipientes cilíndricos que contienen sustancias que favorecen la proliferación de los microorganismos infecciosos que pueda haber en la orina de la muestra. Estos recipientes así preparados se conocen como medios de cultivo y son analizados por los expertos en Microbiología para observar si se produce proliferación de microorganismos, habitualmente bacterias, que confirme la existencia de una infección.

Otras consideraciones

La obtención de una muestra de orina para cultivo no requiere ninguna preparación especial por parte del paciente. Por lo demás, se trata de una técnica simple y absolutamente segura que no requiere ninguna precaución ni entraña riesgo o complicación algunos.

Resultados del urinocultivo

Un resultado normal (negativo) quiere decir que no ha habido proliferación de bacterias o de otros microorganismos en el medio de cultivo, lo que quiere decir que no hay infección. Un resultado anormal (positivo) indicaría lo contrario, es decir, crecimiento bacteriano y por tanto presencia de infección.
No obstante, se pueden producir resultados falsos positivos (crecimiento de bacterias que no proceden del organismo del paciente) por contaminación de la muestra en algún momento del proceso de su obtención o cultivo, o falsos negativos en caso de que el paciente estuviera tomando antibióticos en el momento de recoger la muestra de orina o haberlos tomado en los días inmediatamente anteriores.

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Microorganismos que se reproducen por división celular. Pueden tener forma de esfera, de bastón o de espiral, y se pueden encontrar en prácticamente cualquier entorno. Determinados tipos de bacterias pueden causar enfermedades graves a los humanos y otras, en cambio, son beneficiosas.

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