La vitamina C es soluble en agua, por lo que se pierde por la orina. El organismo necesita un aporte diario para cubrir sus necesidades. Las naranjas y los kiwis son excelentes fuentes de esta vitamina.
Esta vitamina es necesaria para la salud del cartílago, los huesos y los dientes. Facilita la cicatrización de las heridas y mantiene en buen estado la piel y los vasos sanguíneos. Su deficiencia produce el escorbuto. También es un buen antioxidante para el organismo. Favorece la absorción del hierro en el aparato digestivo.