La ciclofosfamida es un medicamento empleado para tratar algunos tipos de cáncer. Es un agente citostático alquilante, con un amplio espectro antineoplásico. Inhibe la multiplicación de las células tumorales, pero también puede actuar sobre algunas células sanas, por lo que produce efectos adversos.
Las indicaciones terapéuticas de la ciclosfosfamida son las siguientes:
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Enfermedad de Hodgkin y linfomas no hodgkinianos
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Mieloma múltiple
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Leucosis mieloide y linfoide crónicas
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Leucosis mieloide y monocítica agudas
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Leucemia linfoblástica aguda
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Micosis fungoide
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Neuroblastoma
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Retinoblastoma
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Adenocarcinoma de mama
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Carcinoma de ovario
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Tumores germinales
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Como inmunosupresor en trasplantes de órganos y médula ósea, y en enfermedad autoinmune