Son estimulantes del sistema nervioso central. Se usan para tratar el desorden de déficit de atención e hiperactividad y la narcolepsia (deseo incontrolable de dormir o ataques repentinos de sueño profundo).
Producen una sensación falsa de bienestar, irritabilidad, nerviosismo, inquietud, problemas para dormir y latidos irregulares.
Fueron utilizados en otro tiempo por su efecto anorexígeno para perder peso, pero hoy en día no se utilizan para este fin.