La tensión arterial alta es una dolencia que sufren millones de personas en el mundo: se estima que el 20% de la población mundial la sufre y que más del 50% de los afectados ignoran que la padecen. Por ello se ha considerado que la hipertensión arterial constituye una pandemia a nivel mundial que es necesario atajar.
Es por ello que organizaciones mundiales de la salud, médicos epidemiólogos y otros especialistas en salud pública viven preocupados con el fin de establecer los criterios de cuidado y las medidas de prevención para este "enemigo silencioso".
La tensión arterial alta es una dolencia que sufren millones de personas en el mundo: se estima que el 20% de la población mundial la sufre y que más del 50% de los afectados ignoran que la padecen. Por ello se ha considerado que la hipertensión arterial constituye una pandemia a nivel mundial que es necesario atajar.
Este nombre, "el enemigo silencioso", quiere reflejar que esta patología se desarrolla de forma que el paciente no se siente mal ni tiene ninguna sintomatología, aunque la afección actúa de forma destructiva sobre el aparato cardiovascular y, en especial, sobre sus órganos diana preferidos: el cerebro, las arterias del fondo del ojo, el corazón y los riñones. De este modo, cuando el paciente comienza a presentar sintomatología ya es demasiado tarde y los órganos se encuentran dañados de modo irreversible.
Un diagnóstico precoz y un tratamiento efectivo y constante pueden evitar el progreso de la hipertensión y de sus lesiones.