El diagnóstico se realiza por la presencia de los síntomas típicos y siguiendo los siguientes criterios:
- Dos o menos movimientos por semana.
- Peso de las heces menor de 35 g/día.
- Pujo en más del 25% de las ocasiones.
- Heces duras en más del 25% de los casos.
Se confirma el diagnóstico si el paciente tiene dos o más síntomas típicos, por lo menos, durante tres meses.