Viajar genera nuevas emociones en los mayores con efectos positivos para la salud

Cada año, cerca de cuatro millones de mayores de 65 años dejan temporalmente su lugar de residencia habitual para viajar a otro destino
Acercar los beneficios de viajar a los mayores que permanecen en sus residencias, objetivo del proyecto "vive la vuelta al mundo" promovido por Sanitas este verano
Más de 5.000 mayores de toda España participan en la iniciativa, compartiendo la emoción de acercarse a culturas remotas

Cada año cerca de cuatro millones de mayores de 65 años deja temporalmente su lugar de residencia habitual para viajar a otro destino, según cifras del estudio Familitur (INE). Casi la mitad de estos viajes se realiza por ocio, vacaciones y recreo. Según los expertos, esto genera nuevas emociones en los mayores con efectos positivos para la salud. Con el objetivo de acercar estos beneficios a aquellos que mantienen su residencia durante el periodo estival, Sanitas Mayores invita a sus residentes a vivir este verano "la vuelta al mundo".

Aunque viajar en vacaciones puede tener efectos beneficiosos, la realidad es que muchos mayores no tienen la oportunidad de salir por motivos de salud u otras razones sociales o económicas. Cuando se da esta situación, los expertos recomiendan aprovechar esta estación para incorporar algún pequeño cambio en la actividad diaria o en los hábitos que les permita vivir nuevos retos o emociones.

"Se trata de ofrecerles una oportunidad para interactuar, motivarse y estimularse con algo diferente", comenta el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, que destaca el beneficio a nivel cognitivo de someterse a nuevos y positivos estímulos.

Este objetivo ha llevado a Sanitas Mayores a acercar la "emoción de viajar" a aquellos mayores sin posibilidad de hacerlo  físicamente. Así, a través de la iniciativa "Vive la vuelta al mundo este verano", más de 5.000 mayores de los 45 centros residenciales de Sanitas en España están viviendo de cerca culturas tan remotas  como la japonesa, la egipcia, la argentina o la india.

Durante  el mes de agosto, los mayores están realizando actividades musicales, talleres arqueológicos, bailes bolliwoodianos, recreando mercadillos al estilo de Camdem Town, asistiendo a exposiciones de cuadros impresionistas franceses y celebrando fiestas nobiliarias como en la antigua Roma.

Escriben deseos en tiras de papel de colores atadas a ramas de bambú para celebrar, a ritmo de tambores, la fiesta japonesa Tanabata. Exploran terrarios llenos de tesoros egipcios que, una vez hallados, han de ser restaurados o participan en talleres textiles de los que salen los coloridos vestidos y abalorios que luego lucen en coreografías al estilo de Bollywood. Sin olvidar torneos de futbolín y otras actividades en las que también participan familiares y cuidadores.

Junto a esta programación multicultural, las residencias preparan "carritos gastronómicos", creados por Xabier Garmendia, chef de Sanitas Mayores Txindoki. Un muestrario de delicatesen culinarias procedentes de las distintas culturas y países, para la degustación de los mayores en ágapes organizados por los centros en el marco de esta iniciativa estival.

 

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