Un escáner torácico anual ayuda a la detección precoz del cáncer de pulmón en personas fumadoras o exfumadoras

Es recomendable que todas aquellas personas que son fumadoras o exfumadoras desde hace siete o más años se sometan a un escáner torácico anual para descartar un cáncer de pulmón. Esta prueba diagnóstica permite detectar pequeños nódulos pulmonares que, en el caso de ser cancerígenos, son fáciles de erradicar

Este miércoles, 31 de mayo, se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una jornada que tiene como objetivo concienciar a la sociedad sobre los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la ateroesclerosis y el cáncer de pulmón son las principales enfermedades que provoca el tabaco.

Las personas fumadoras o exfumadoras desde hace siete o más años "deberían someterse a un escáner torácico anual, ya que permite una detección precoz del cáncer de pulmón". Así lo asegura la directora médica del Centro Médico Paracelso Sagasta de Zaragoza, Enriqueta Alomar. "Sometiéndose a un escáner de los pulmones se pueden detectar pequeños nódulos pulmonares que, en el caso de ser cancerígenos, son muy fáciles de quitar y requieren un tratamiento muy sencillo; pero si se cogen tarde, se puede volver más complicado o incluso inoperante", afirma Alomar.

Esta prueba diagnóstica es el TAC (tomografía axial computarizada) torácico, un escáner con baja dosis de radiación que permite detectar nódulos pulmonares inferiores a cinco milímetros que no pueden observarse en una radiografía normal de tórax.

Sobre la periodicidad de esta prueba, Alomar recomienda que las personas que sigan fumando se sometan a ella de manera anual, mientras que los exfumadores, si encadenan dos años consecutivos sin que se les haya detectado un nódulo cancerígeno, pueden realizarse la prueba bienalmente.

En cuanto a la edad a partir de la cual empezar a hacerse este chequeo, la directora médica de Paracelso Sagasta explica que todo depende de cuándo se empiece a fumar, "pero el verdadero riesgo de sufrir cáncer de pulmón empieza a partir de los 35 o 40 años".

Por este motivo, Alomar insiste que, aunque se sea exfumador, "a los diez años se pueden seguir teniendo lesiones residuales provocadas por el tabaco, por eso vale la pena seguir haciéndose chequeos". No obstante, la directora médica recuerda que cada año que pasa sin consumir cigarrillos, se reduce en torno a un 10% la posibilidad de sufrir cáncer de pulmón.

Otra prueba destacable para detectar problemas relacionados con el consumo del tabaco es el TAC coronario, que escanea las arterias coronarias del paciente para detectar la cantidad de calcio presente en las mismas. Una de las enfermedades que puede detectar este TAC es la aterosclerosis (calcificación de las arterias), muy presente en personas fumadoras que, además, padecen diabetes y/o colesterol elevado y que puede acabar provocando un infarto.

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