Esta primavera, uno de los zapatos tendencia son los que tienen punta fina y tacón chupete, por lo que se presume que serán de los más comprados. ¿Son estos zapatos adecuados para proteger el bienestar de los pies?
El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha destacado que estos zapatos, si bien tienen algunos pros, también tienen contras que pueden afectar a la salud de los miembros inferiores.
Entre los principales puntos a favor frente a los stilettos (que son, desde el punto de vista podológico, la misma versión de calzado con tacón alto) es que su tacón es corto y no excede los 5 cm y son un poco más anchos en la zona de contacto con el suelo. Esto significa que es un calzado más estable, lo que reduce la posibilidad de lesiones como torceduras.
"Pese a esto, desde el Colegio queremos recordar que este tipo de calzado, aunque sea tendencia no son los más recomendables para la mayoría de los pies, puesto que se siguen estrechando mucho en la puntera. Y las consecuencias pueden ser, por ejemplo, padecer neuroma de Morton", ha afirmado Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
El neuroma de Morton, es una inflamación del nervio interdigital por compresión de los metatarsianos y que provoca una fibrosis del nervio. Provoca dolor con sensación de descargas eléctricas, adormecimiento de los dedos e impotencia funcional del pie, entre otras cuestiones.
Otro de los contras de utilizar un calzado muy estrecho en la punta son la posible aparición de dedos en garra. Los pies tienen un tamaño y necesitan un espacio, cuando se reduce el espacio que deberían ocupar provoca alteraciones como las desviaciones de los dedos.
Estas desviaciones hace que se lesionen de forma permanente estructuras anatómicas del pie desencadenando también en otra de las patologías frecuentes con este tipo de calzado como son las metatarsalgias (dolor en la almohadilla plantar).
Éstas, no obstante, se acusan más cuanto más alto es el tacón, puesto que a mayor altura mayor es la carga corporal que se desplaza hacia adelante. Lo mismo sucede con el acortamiento de la musculatura posterior de la pierna, que provoca sobrecargas en diversas partes de la pierna y del pie cuando se retiran los zapatos. En los zapatos con tacón chupete, como su tacón es más bajo, las metatarsalgias y los acortamientos musculares serán menos acusados siempre que no excedan los 5 cm.
"Otra cuestión que hay que vigilar es que, si son destalonados y la puntera aprieta, la tendencia será echar el pie hacia detrás e ir apoyando el talón en un lugar que no corresponde, y esto también podría derivar en molestias o patologías", ha finalizado Escoto.