Los medicamentos homeopáticos pueden ser de gran ayuda ante los problemas médicos asociados a la lactancia

La homeopatía puede utilizarse en trastornos como grietas, fisuras e inflamación de los pezones
También pueden ayudar a que suba la leche tras el parto
Además, pueden emplearse ante patologías banales que pueda sufrir la madre, como resfriados, gripe o episodios alérgicos, sin que la leche se vea alterada

¡Un triunfo para toda la vida!' es el lema bajo el que se celebra, a partir de mañana día 1 y hasta el día 7 de agosto, la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar esta alimentación natural de los recién nacidos y contribuir así a mejorar y cuidar su salud. "La importancia de preservar la calidad de la leche materna se debe a que contiene todas las vitaminas, grasas y proteínas necesarias para que el recién nacido se desarrolle", explica el pediatra Fermín Vinaixa, quien añade que "además, debido a su alto contenido en inmunoglobinas, refuerza la protección del bebé frente a las posibles infecciones".

A través de la lactancia materna, se proporciona a los más pequeños los nutrientes necesarios para que puedan desarrollar un crecimiento saludable, pero en ocasiones pueden aparecer una serie de problemas que compliquen la posibilidad de amamantar al recién nacido. En estos casos, la homeopatía puede ser de gran ayuda sin que la leche materna se vea alterada.

Los trastornos físicos más comunes son las grietas, fisuras e inflamación en los pezones, que hacen que dar el pecho al bebé sea muy doloroso. Aun así, los profesionales médicos recomiendan no interrumpir la lactancia porque podría agravar el daño y la inflamación. "Los medicamentos homeopáticos son de gran utilidad para los trastornos que puede sufrir la madre mientras da el pecho al recién nacido, incluso pueden ayudar a la hora de promover la secreción de leche cuando ésta no ha subido de manera natural", añade el doctor Vinaixa, "y evita la interrupción de la lactancia ya que el mecanismo de acción de la homeopatía busca ayudar al paciente a restablecer el equilibrio natural de su organismo".

Aparte de los trastornos relacionados con la propia lactancia, los tratamientos homeopáticos también pueden administrarse en caso de múltiples patologías, en su gran mayoría banales, que pueden padecer las madres en su día a día. De esta manera, pueden ser de utilidad para tratar el insomnio, el cansancio, los resfriados, la gripe, los síntomas alérgicos, etc. Todo ello sin que, a diferencia de los medicamentos convencionales, pueda llegar a alterarse el proceso de formación de leche o la misma lactancia.

Además, la homeopatía es compatible con otros tratamientos y no presentan efectos adversos relevantes asociados a su toma. Así, como declara el doctor Vinaixa: "La mayoría de medicamentos penetra, en cierta medida, en la leche materna e incluso puede afectar a su calidad. Sin embargo, con los medicamentos homeopáticos, la leche no va a sufrir ningún tipo de alteración, lo que da a la mamá seguridad y tranquilidad en la alimentación del bebé".

De hecho, gracias a las ventajas que presenta la homeopatía, cada vez más mujeres recurren a ella en etapas de su vida como el embarazo y la lactancia. Incluso hasta
un 8% de las usuarias españolas que utiliza homeopatía, entre los 30 y los 40 años, la emplea para la preparación al parto y postparto.

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