III Encuentro del Club de Padres de Laboratorios Ordesa

La introducción de buenos hábitos debe hacerse en los primeros meses de vida del bebé

Los hábitos alimenticios están marcados por lo aprendido en los primeros años de vida.
El ritmo actual de vida hace más difícil que los niños adquieran pautas claras de comportamiento.

¿Qué podemos hacer para que nuestro bebé se acostumbre a dormir solo en la cuna y no en vuestros brazos?, ¿cuándo debe empezar a dormir toda la noche seguida?, ¿existen trucos para facilitar que acepte mejor los nuevos alimentos que se le ofrecen?

Estas son algunas de las claves que se han tratado en el III Encuentro del Club de Padres que se ha celebrado en Sevilla organizado por Laboratorios Ordesa para mostrar a los papás y mamás las últimas tendencias relativas al cuidado y salud de los más pequeños. A la charla, celebrada en turno de mañana y tarde, asistieron un total de 200 personas y más de 500 siguieron el evento en directo a través de las redes sociales.

La Dra. Mª Dolores Gomez Bustos, Jefe de Neonatología del Hospital Quirón Salud-Sagrado Corazón  e Instituto Hispalense de Pediatría ha impartido la charla "Dormir, comer, crecer… cómo hacer que tu bebé tenga unos hábitos saludables" con la cual ha intentado  aconsejar a los padres sobre la introducción de buenos hábitos en sus hijos.
Aunque no es sencillo aprender buenos hábitos, ya que conllevan un esfuerzo y rutina a los que muchas veces no están acostumbrados los más pequeños, la Dra. Gomez Bustos ha recordado la importancia de establecer hábitos y buenas rutinas desde los primeros meses de vida del bebe, ya que cuanto más tiempo pase, más difícil será reconducir la situación.

El estilo de vida actual, las prisas, la menor cantidad de tiempo que los padres pueden dedicar a la educación, o la coordinación con abuelos, tíos, y otros miembros de la familia, hace más complicado que todos los cuidadores del niño apliquen las mismas pautas y rutinas, ya que siempre suele haber unos más estrictos que otros. Ante esta situación, es más difícil para los niños aprender unas pautas claras de comportamiento.

También son fundamentales los primeros meses de vida para definir nuestros hábitos alimenticios, ya que esta etapa de la vida marcará nuestra actitud hacia la comida, gustos, etc. Incluso, a través de la leche materna el bebé irá familiarizándose con los sabores de alimentos y especias que la madre consuma en su dieta, y será más fácil también la aceptación de la alimentación complementaria.

Si desde los primeros meses de vida el bebé adquiere experiencias gustativas saludables, le ayudará a tener en el futuro una alimentación equilibrada y protegerse de la obesidad y de las enfermedades relacionadas con los excesos dietéticos.

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