Expertos en trombosis recomiendan la precaución ante la práctica en los deportes de invierno

Es conveniente aflojar las ataduras de las botas mientras se suben los remontes para facilitar el riego sanguíneo
Como en todos los deportes es fundamental hidratarse con frecuencia y no esquiar más de 3-4 horas seguidas
Los síntomas suelen aparecer entre el primer y el sexto día tras la práctica del esquí y pueden relacionarse con trombosis venosa profunda de extremidades inferiores, pero también con una embolia pulmonar

Ante la llegada del invierno y de la práctica de los deportes más comunes de esta época como el esquí, el snow, esquí de fondo, el patinaje sobre hielo, entre otros, sobre todo los que requieran el uso de botas duras o de compresión, la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) recomienda ciertas precauciones que podrían ser de utilidad para todas aquellas personas que vayan a practicar estas modalidades durante los próximos meses. El presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), el Dr. José Antonio Páramo explica la importancia "de practicar deporte y realizar ejercicio físico durante todo el año pero siempre extremando la precaución para evitar males mayores". En el caso de los deportes de nieve y hielo es conveniente "aflojar las ataduras de las botas mientras se sube por los remontes para facilitar el retorno venoso, y una vez que comencemos a esquiar fijar bien la bota y mover los dedos del pie de vez en cuando para facilitar la presión sanguínea, incluyendo evitar realizar deporte durante más de 3-4 horas sin  ningún descanso". Además, recalca que, como en todos los deportes "hay que asegurar una suficiente ingesta de líquidos".

En líneas generales, estas recomendaciones son para todo el mundo aunque hay que tener en cuenta unas consideraciones específicas para los pacientes con factores de riesgo de trombosis o trombofilia conocida.

Además, si una persona esquiando se produce una fractura, por ejemplo de tibia o fémur, y no se aplican las medidas adecuadas de una buena reducción, una alineación rápida o de un traslado urgente del herido en condiciones adecuadas "lógicamente ese traumatismo, tanto por la misma fractura como por la lesión en tejidos blandos, va a desencadenar una serie de factores más predisponentes a las secuelas tromboembólicas", afirmó. En consecuencia, "las medidas preventivas que se adopten in situ son determinantes. Cuanto más tiempo se tarde en inmovilizar, trasladar al herido y reducir la fractura, los riesgos serán mayores", añadió el Dr. Páramo.

La TEV asociada a deporte invernales

Se han descrito  episodios de TEV desarrollados poco después de la práctica del esquí alpino en pacientes sin otros factores de riesgo trombótico conocidos. Los síntomas suelen aparecer entre el primer y el sexto día tras la práctica del esquí y pueden relacionarse con trombosis venosa profunda de extremidades inferiores, pero también con una embolia pulmonar. En algunos casos, se han detectado en  estudios realizados que "los pacientes eran portadores de un estado  trombofílico, es decir, tenían una predisposición de la sangre para el desarrollo de trombosis. Este hecho viene a resaltar la importancia de la interacción gen-ambiente en la patogénesis del TEV (como también se ha demostrado para las trombosis asociadas a viajes de larga duración)", explican desde la SETH.

El tromboembolismo venoso (TEV)

El TEV es una enfermedad compleja de naturaleza multifactorial, que surge como consecuencia de la concurrencia en un individuo de uno o varios factores precipitantes (no siempre evidentes). Recientemente, la realización de viajes de larga duración (inicialmente conocido como síndrome de la clase turista) se ha postulado como un nuevo factor de riesgo de TEV. En la fisiopatología de este síndrome influyen el estasis venoso como consecuencia de la inmovilidad y la presión del asiento sobre las venas de la pantorrilla, cierto estado de deshidratación, así como las condiciones de hipoxia hipobárica de las cabinas de los aviones. El esquí alpino compartiría todos los puntos anteriores: estasis venoso debido a la presión de las botas, deshidratación moderada secundaria al esfuerzo físico e hipoxia secundaria a la altitud en montaña.

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